Cuando las cosas duelen.

Qué noche rara.
Qué sentimientos raros.

Otra vez, vuelve la angustia. Otra vez, me siento mal.
Al menos, si supiera.. si tuviera una respuesta.
¿Qué anda rondando en mi alma hoy? ¿Qué infortunio ahoga este corazón? ¿Por qué? ¿Era necesario ahora? ¿Es necesario ahora que me quiero poner a mejorar mi estado de ánimo?
¿Qué estoy haciendo mal? ¿Tan mal?
¿Porqué parece no haber nadie? (Si al menos hubiera alguien)

Sigo hablando sola, sigo muriendo sola. Sigo oprimiendo este botón de dolor y agonía, acá.. en mi pecho. Me encanta como duele y me desangro en esta cama. Me encanta sentir el filo de aquella navaja, en mi piel, en mis tejidos. Me encanta mi expresión de dolor sin fin. Me encanta gritar en estas cuatro paredes sin que nadie pueda oir mi voz.

Y vuelvo.
Vuelvo a caer en esto.
Vuelvo a caer en vos. En esta incertidumbre.

Vuelvo a no comer. Vuelvo a sentirme miserable con mi gordura. El espejo que no distorsiona la imagen que veo. Es real. Soy real. Soy gorda. Y quién, quién puede querer a una gorda así. Totalmente repulsiva y asquerosa. Que ropa que se pone, ropa que tiene gordura en exceso colgando de los costados. Ropa que se deforma con las tetas enormes y la panza totalmente desfigurada. ¡Claro! Por supuesto que esa soy yo. ¿Acaso ahora no me reconoces? En algún lugar, en algún momento leí 'las apariencias engañan'. Y la verdad, te mentí tantas veces con respecto a mi misma (aunque sé que no te dolería la/mi verdad). Y yo me mentí tantas veces, que ya no me reconozco a mi misma frente a alguien, frente a mí. Entre vómitos y tiradas de comida. Ya no sé que es lo que está bien y mal. O quizás si lo sé.
Yo estoy mal. Yo estoy mal. Yo e...

estoy mal.

Mi panza vuelve a sonar, y tengo hambre lo sé ! Pero me niego a comer. Me niego a seguir siendo gorda. Quiero llenar este vacío. Ese vacío. Al cual siempre me procuré llenarlo con falsas mentiras, con falsas promesas, con falsos pretextos. Esa visita que nunca llega, a la cual le temo tanto y añoro desde tan pequeña. No llegarás mujer a mi vida, te temo (como me temo a mí).

Temo todo. Temo amarte y odiarte. Así como temes vos y tememos todos.

Pero no es justo. No es justo sentir esto de abrir mi corazón, no es justo. De verdad no es justo. No es justo quererte así y que me vengas con palabras que duelen. Que serán verdad, pero me duelen en el alma. Siento que pago por tus platos rotos. 

Y no me vengas con que soy importante ahora y que 'te quiero'. NO quiero oírte más. No quiero volver a verte, no quiero enamorarme, no quiero sentir esto. Ya no quiero sentir esto. Qué me decís ahora que soy importante en tu vida, que me convertí en alguien así. ¿Que te contenes para no decirme cosas más profundas.. palabras más sagradas? Después que me venís diciendo que no sabes que hacer con tu vida, que me decís. Contenete para que esas palabras no salgan de tu boca.


Quiero morir, en este dolor, en este rechazo. Quiero hundirme en esta humillación constante con mi alma y mis sentimientos. Estoy odiada. Estoy dolida. Me siento abandonada.
¿A dónde fue ese cariño? Jamás tendría que haber nacido. Jamás tendría que haber puesto mis ojos en vos. Jamás tendría que haber pasado nada.

Yo tendría que poder hacerlo una vez más. Tendría que poder agarrar mis cosas e irme. Lejos. Olvidar esto que tan mal me hace, olvidar que alguna vez quise a alguien en mi vida. Olvidar que tengo familia, amigos, conocidos. Olvidar que tenía una vida.

Realmente nada tiene sentido ahora. Son las tres de la mañana.